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by Arcadia » February 22nd, 2005, 4:55 pm
who are they? argentine authors that killed themselves.
I can talk of each of them, google them if you want.
The point is: when you read in autobiographic clue (that´s a strong tendency) the suicide is usually used as a teleologic unidimensional metainterpretation of both the life and the texts of the writer. (Example: he/she writes something in 1950 but... (highlight but) he/she kill herself/himself fifteen years after that). There is a tendency to try to find a sort of substratus in retrospectivity that makes the readings of the texts poorer and a bit tendenciosas.
Arguedas was a peruvian author that wrote a novel (his last novel.... ) where the narrator told in first person in a diary format how and why he wanted to kill himself (the time-space datos coinciden with what we know about Arguedas biography). An year after that he shot himself. I find it provocative because is a sort of reading tramp: you finally have (highlight have) to "believe" that the narrator of the diaries of "El zorro ..." was Arguedas (with all the weight of his bones). It´s sad but it´s an strong and very human text.
PRIMER DIARIO
SANTIAGO DE CHILE, 10 DE MAYO DE 1968
En abril de 1966, hace ya algo más de dos años, intenté suicidarme. En mayo de 1944 hizo crisis una dolencia psíquica contraída en la infancia y estuve casi cinco años neutralizado para escribir. El encuentro con una zamba gorda, joven, prostituta, me devolvió eso que los médicos llaman "tono de vida". El encuentro con aquella mujer debió ser el toque sutil, complejísimo que mi cuerpo y alma necesitaban, para recuperar el roto vínculo con todas las cosas. Cuando ese vínculo se hacía intenso podía transmitir a la palabra la materia de las cosas. Desde ese momento he vivido con interrupciones, algo mutilado.
(...)
Porque, nuevamente, me siento incapaz de luchar bien, de trabajar bien. Y no deseo, como en abril del 66, convertirme en un enfermo inepto, en un testigo lamentable de los acontecimientos.
En abril del 66 esperé muchos días que llegara el momento más oportuno para matarme. (...) Hoy tengo miedo, no a la muerte misma sino a la manera de encontrarla (...) Soy cobarde para el dolor físico y seguramente para sentir la muerte. Las píldoras -que me dijeron que mataban con toda seguridad- producen una muerte macanuda, cuando matan. Y si no, causan lo que yo tengo, en gente como yo, una pegazón de la muerte en un cuerpo aún fornido. Y ésta es una sensación indescriptible: se pelean en uno, sensualmente, poéticamente, el anhelo de vivir y el de morir. Porque quien está como yo, mejor es que se muera.
Escribo estas páginas porque se me ha dicho hasta la saciedad que si logro escribir recuperaré la sanidad. Pero como no he podido escribir sobre los temas elegidos, elaborados, pequeños o muy ambiciosos, voy a escribir sobre lo único que me atrae: esto de cómo no pude matarme y cómo ahora me devano los sesos buscando una forma de liquidarme con decencia, molestando lo menos posible a quienes lamentarán mi desaparición y a quienes esa desaparición les causará alguna forma de placer (...)
José María Arguedas
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