cerca de la centuria,
el hombre viejo de la piecita del fondo
arenga
-asustando a locales y visitantes-
fantasmas viejos no conocidos
cara a cara.
Los informantes familiares decían al otro día
que eran cuestiones de política:
consejos, quejas, pedidos, denuncias, preguntas
de una época que no había sido suya en esas tierras.
Pero
–aún hace setenta años atrás-
las noticias corrían
más demoradas, sí
como ríos gordos sin tiempo
y un hilo tenue e indestructible
hacía sus cosas.
El hombre viejo de la piecita del fondo
cercano a los cien años
no me despertaba.
(two days not at home, semi stormy night and I´m tired...
